Saber estar
ENSÉÑAME A COMPORTARME
Hoy os explicaré un caso personal, sucedió fuera del entorno escolar. Me centro en el hijo de unos amigos míos.
Estaba en casa de unos amigos y había una pareja con su hijo de 3 años. Pasaron dos sucesos importantes:
Primer suceso:
Estábamos comiendo en la mesa y yo tenía a Víctor justo enfrente. Le observaba mientras los demás hablaban entre ellos. De repente, empieza a chillar y a hacer ruidos. Le dicen "no hagas ruido por favor" y lo vuelve hacer.
Le miro fijamente a los ojos para que viera que le estaba mirando y le digo "¿ves a alguien en la mesa que esté chillando o haciendo este ruido tan fuerte?". Se queda en silencio y empieza a mirar a todos. Se da cuenta de que no, que no había nadie chillando.
Aquí empezó su silencio y su tranquilidad en la mesa.
¿En este caso, qué es lo que necesita el niño? Necesita darse cuenta en qué contexto está, qué debe de hacer y cómo debe de estar.
¿Cómo le podemos ayudar? Enseñándole cómo debe de estar, ponerle en situación y, sobretodo, ejemplificarle la escena: "observa a los que tienes al lado, ¿están chillando?"
Si lo hacemos así, les ayudamos a clarificar y a poner atención a lo que es correcto y a lo que es incorrecto. Des de aquí le será mucho más fácil reconducir sus conductas con calma.
En cambio, si le imponemos y le decimos: "calla, estate quieto", lo único que conseguiremos es que se pueda rebotar, enfadar, lo vuelva hacer con más intensidad, que no entienda porqué debe de callar si todos están hablando, que coja miedo, inseguridad, se siente perdido...
... y en un futuro no muy lejano, será él quien contestará mal a los que están alrededor. Somos sus modelos, cuidado cómo interaccionamos con ellos y con nuestros próximos, porque van a ser como nosotros seamos.
Segundo suceso:
Cuando acabamos de comer el niño se dirigió al sofá y empezó a jugar encima de él. Se le dijo una vez: "en el sofá no se salta". Y aún así seguía.
¿Pero creéis que lo hacía para molestar a los padres? NO, quería saber hasta dónde podía llegar, cuál era el límite de esa acción, qué era lo bueno y lo malo de lo que estaba haciendo.
¿Qué necesitan? A estas edades, a veces, necesitan un apoyo tanto verbal como corporal para que entiendan cómo deben de hacer las cosas.
¿Cómo lo tenemos que hacer? Me acerqué al niño y le dije: "Mira así es como tenemos que estar en el sofá (lo único que hice fue sentarme) ¿ahora, me puedes enseñar cómo lo haces tú?"
Seguidamente lo hizo y le hice un refuerzo positivo de su conducta "veo que lo has entendido muy bien, gracias".
Es muy importante dar este refuerzo positivo después de haber hecho una buena conducta. Los niños tienen que entender cuál es la conducta correcta para así poder reproducirla.
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¡RECORDAD!
1.º Tenemos que entender sus emociones, sientan lo que sientan las tenemos que respetar.
2.º Explicarles desde el gesto y palabras cómo deben de estar.
3.º Cuando vemos que su conducta ha sido buena debemos de reforzar la capacidad que han tenido para entenderla.
Me gustaría resaltar, que en general, lo que se hace para reforzar una conducta es decirles "bravo", "muy bien", "eres un campeón"... Si lo hacemos así siempre esperaran ese elogio, en cambio, si reformulamos esto y les decimos: "veo que lo has entendido" "con el esfuerzo que has hecho has podido" "eres capaz de hacerlo bien", también conseguiremos que lo comprendan, no necesitan elogios para entender que están haciendo algo correcto.
¿Por qué no elogiarlos siempre? No digo que de vez en cuando se pueda hacer, pero si trasladamos esto a la etapa adulta, preguntaros si nos elogian en nuestro día a día. La respuesta sería más bien un no, entonces también deben de acostumbrarse que en la vida no siempre son elogios, uno mismo debe de saber qué es lo correcto para estar bien. Por eso es importante enseñarles la buena conducta.
Los más pequeños, necesitan ver cómo hacemos las cosas para que ellos puedan repetirlas. No tan solo valen las palabras, son muy importantes las acciones, son un complemento y si no ven los dos actos volverán a repetir conductas erróneas.
Tened presente que tenemos que enseñarles EL MUNDO. Sé que no es fácil, que habrá días que estaremos más cansados, estresados, más ausentes, enfadados, etc. Pero no por eso, debemos de reaccionar mal cuando un niño no sepa comportarse.
Creedme, que en muchas ocasiones, observo situaciones donde el niño no sabe cómo debe de estar, y acto seguido, el adulto reacciona con enfado, con ira, incomprendiendo al niño, desvalidando su ser... ¡tan solo porque el niño no sabe cómo comportarse! CUIDADO con el trato, tengan paciencia, escucha y empatía hacia nuestros pequeños inocentes.
Antes de acabar este artículo os propongo unas preguntas. Os aconsejo que os dejéis sentir con todo lo que os venga. Primero respirar tres veces profundamente y cuando estéis conectados en el aquí y ahora leed lo siguiente:
¿Cuándo eras pequeño te entendieron cuando estabas enfadado?
¿Se detenieron y te enseñaron cómo estar en este mundo?
¿Te hubiera gustado no tener miedo con tus padres?
¿Te mostraron un interés para acompañarte con toda tu fragilidad?
¿Qué os ha pasado? Si realmente os ha llegado, si os ha resonado, si habéis conectado con sensaciones punzantes, habéis conectado con vuestro niño interior. A partir de ahora, estoy segura que seréis más capaces de empatizar un poco más con vuestros pequeños.
No olvidéis NUNCA que todos nosotros también, alguna vez, fuimos niños.
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